La nefropatía diabética o enfermedad renal crónica, es una condición común y potencialmente mortal que se diagnostica menos frecuentemente de lo que se presenta. Entre los factores más comunes que la causan, está la Diabetes tipo 2, y esta es uno de los factores más importantes a considerar. Más de 160 millones de personas en el mundo con diagnóstico de diabetes tipo 2, presentan esta afección. La nefropatía diabética o enfermedad renal secundaria a la diabetes, en sus primeras etapas, progresa de manera silenciosa y a menudo impredecible. Comienza con la eliminación de proteínas en la orina, que va aumentando a medida que el daño renal aumenta. Los síntomas de la enfermedad son muy inespecíficos, desde más sed de lo normal, orinar con más frecuencia, leve disminución en la cantidad de orina diaria, hasta signos de retención de líquidos como edemas(hinchazón) en los pies, abdomen, falta de aire, etc.; estos últimos son más frecuentes en la etapa avanzada, donde los pacientes pueden necesitar diálisis o un trasplante de riñón para mantenerse con vida.
¿Qué consecuencias puedo tener si sufro de daño renal asociado a la diabetes?
Una de las consecuencias con más impacto en la calidad de vida del paciente diabético es la falla renal que lleva a necesidad de diálisis. En Chile, aproximadamente 14.000 pacientes requieren diálisis, aumentando este número en un 70 % aproximadamente en los últimos años.
Los pacientes con enfermedad renal crónica y diabetes tipo 2 tienen al menos tres veces más probabilidades de morir por una causa relacionada con el sistema cardiovascular (infarto, accidente cerebrovascular, o falla cardíaca) que aquellos con diabetes tipo 2 que aún no desarrollaron falla renal.
Es preocupante que, a pesar de los tratamientos recomendados por las guías terapéuticas realizadas por las diferentes sociedades médicas de todo el mundo, muchos pacientes con falla renal y diabetes tipo 2, aún progresen a la pérdida de la función renal, muerte precoz y tengan un alto riesgo de eventos cardiovasculares.
¿Cómo podemos actuar entonces?
Debemos prevenir la progresión de la enfermedad renal, evitando así el riesgo de insuficiencia renal crónica, diálisis, infarto o muerte.
